Tenia-y yo ganes a esti chigre-vinateria de viesques por dos coses, ta bien puestu y llevenlu los de la Tabla de Fano un restaurante que nun te falla y nel que se xinta estupendamente.
El conceptu del "Mediu Enllenu" ye abondo distintu al del so hermanu de Fano; mas gastro-bar que llamen agora, perbien puestu, y afayaizu, con diferentes ambientes que fain qu'haiga una dixebra nun fisica, pero si mental ente la zona de xintar y el restu'l bar. Ta conseguio la cosa.
Xinta relaxao con un amigu, ensin muncha fame, lo ideal pa ponese picar dalgo.
Too pa compartir, entamemos con una tempura de verdures (esparragos trigueros, calabacinos y zanahories, esin nun me toi escaiciendo de na) y llangostinos. El par de vegaes que tuviera tomando vinos viles pasar a toles meses que taben xintando, asina que tenia que cayer por fuercia mayor.
Taba perfeuta, les verdures y los llangostinos nel so puntu de preparacion (tirando a crudu), la tempura perfeutamente fecha y una salsina de soya persele pa poner perriba si t'apetez. El pero ye'l numberu de llangostinos si fais la comparanza coles verdures. Taba bien bono.
De segundu, tamien pa compartir, una hamburguesa de carnona roxa de perbona calida. Entruguente como la quies y cayo "pocu fecha" pa esfrutala meyor. Un poco verde, un quesu gratinadin, el pan un plizcu tostau y la carne bien preparao. Perbono.
Na semeya solo ta la mio meta :-)
Agua per un llau de la mesa, un par de copes de Edra 2005 D.O Ribera del Gállego pa mi, un cafe con xelu y nun tengo nin idea del preciu, porque nun me dexaron pagar. Si tengo que dicir algo, pagues la calida de xuru, como na Tabla, pero nun falla.
jueves, 24 de enero de 2013
miércoles, 2 de enero de 2013
La Güertona - La Huertona (La Granda - Ribeseya) por Pululante
Cerca de Ribadesella
se sitúa este restaurante que ha conseguido recientemente reconocimientos
gastronómicos como un sol de la Guía Repsol. El restaurante ocupa una pequeña
casa con vistas a la vega de Ribadesella. A la entrada tiene una pequeña
terraza con 3 ó 4 mesas con una decoración rústica-chill out que avisa sobre
las intenciones del restaurante en su cocina y que seguramente está en todo su
esplendor en verano.
Animados por el sol que
hacía a esas horas abrimos la botella de vino en la terraza y tomamos la
primera copa. Elegimos un Tres Patas, un vino de garnacha y syrah de la
denominación de Méntrida. Sin ser una maravilla, el vino estaba bastante
decente. La terraza es un sitio verdaaderamente agradable, a pesar de que por
detrás está la carretera y el ruido de algunos coches al pasar resta
tranquilidad. Afortunadamente es una carretera con poco tráfico así que no
llega a ser muy molesto. Nos encantó la originalidad de los detalles a la hora
de la decoración del lugar, por ejemplo las mesas, que estaban hechas de
objetos antiguos reciclados como pilones de lavar o vigas de madera rúsica.

Vamos a la comida. Nada
más pedir nos trajeron un pequeño aperitivo, una sardina con una deliciosa
maceración (se notaba el gusto a macerado "casero"), acompañada de
granada,queso y unos palitos de manzana que quizás era lo único que no
combinaba demasiado bien. Un plato rico y muy original.
De entrante pedimos
unos chips con pulpo y alioli. Se trataba de una ración de pulpo muy
originalmente presentado, cada laminilla iba sobre una patata chip y acompañado
de una fina salsa alioli. El pulpo estaba en su justo punto y el acompañamiento
de las patatas chips realzaba su sabor. La salsa alioli no era muy fuerte y
también combinaba perfectamente, lo que terminaba de completar el plato. Una
sencilla combinación sorprendentemente presentada y con un excelente
resultado en cuanto a sabor.
Por el otro lado de la
mesa pidieron unas andaricas a la plancha que por lo que me dijeron estaban
bastante bien, nada más que comentar aquí :-).
Como segundo plato,
seguramente influenciados por el olor a la parrilla de la entrada, pedimos una
chuleta de ternera a la brasa de encina. Se trataba de un buen trozo de carne
de excelente calidad, troceada y separada de su propio hueso. La carne estaba
en su punto y con un sabor totalmente delicioso, realzado por la parrilla pero
sin llegar a tener gusto a humo en ningún momento. Otro punto a favor era la
cantidad justa de sal gorda aderezando el plato, acompañamiento imprescindible
para paladares con adoración por la carne. Por si fuera poco, la chuleta se
sirve con una bandeja anexa de patatas fritas caseras y otra de pimientos del
piquillo caramelizados,sólo para estómagos con capacidad XXL. En resumen, una
de las mejores carnes que he comido últimamente.
Obviamente, ya no pudimos
con el postre. Disfrutamos del café en la terraza aunque en estos días cortos
de invierno el sol ya se había ocultado detrás de la casa. No queda duda, hay
que volver en verano :-). Finalmente la cuenta salió por unos 85€ (42,5 € por cabeza), un precio
más que razonable viendo la calidad del producto y el cariño dedicado a su
elaboración.