martes, 3 de septiembre de 2013

El Molín de Mingo (Les Canaliegues - Cangues d'Onis) por los Pululantes









 Una versión más del Molín de Mingo complementaria a la mia :-), estos pulus son unos fartones!.

Hacía mucho que tenía pendiente una visita a este sitio del que tantas veces había oído hablar y siempre muy bien. No es fácil de encontrar, está a las afueras de Ribadesella en la carretera que va hacia Arriondas, hay que coger el desvío hacia Peruyes, atravesar el pueblo y al final encontramos un cartel que indica la dirección al Molín. A partir de ahí todavía quedan unos 4 km por una caleya de las que ya quedan pocas.

Cuando se acaba la caleya llegamos a la casa-molino convertida en restaurante, a la orilla del río y rodeada de montes y verdes prados. La casa está muy bien preparada, con gusto y un toque elegante sin dejar de ser campestre. Las mesas están adornadas con flores recién cortadas del jardín y la vajilla de San Claudio queda de lo más apropiada en este entorno.

Mientras nos traían la comida a los 5 comensales que éramos para esta ocasión, sirvieron de aperitivo una suavísima crema de queso gamoneu para untar (¡y mojar!) tostaditas de la que no quedó ni rastro. Buen comienzo.

De entrante pedimos los tortos variados. Una finísima y crujiente masa de maíz forma la deliciosa base sobre la que iban bacalao, morcilla, picadillo, huevo con bacon y compota de manzana. A cual más exquisito, siempre realzados por un ligerísimo y nada grasiento sabor del torto. El mejor que he probado.

También de entrante dos medias raciones de croquetas, de jamón y de compango. Ambas deliciosas, hechas con una finísima bechamel que nada tenían que envidiar a las tan famosas de Casa Marcial. Las de compango tenían el mérito de conservar el auténtico sabor del compango de la fabada pero sin resultar pesadas o fuertes ¡premio!.

Pero vamos a los principales. Por una parte pidieron fabada. La trajeron en una cazuela de esas rojas, de las toda la vida de la abuela, y tenía una pinta impresionante. No obstante, aunque estaba muy buena, no era tanto como prometía la vista de la cazuela y yo diría que las hemos probado mejores. De aquella ración, en teoría para uno, podían fartase de fabada por lo menos cuatro.

Yo dudé entre pedir cabrito o jabalí. Ya que la idea era compartir el plato entre todos, me decidí por el cabrito por miedo a que el jabalí resultase demasiado fuerte para las chicas, que de mano no son muy amantes de la caza. Impresionante el cabrito. Baste decir que sólo hacía falta poner el tenedor en vertical encima del trozo de carne y dejar actuar a la fuerza de la gravedad para ver cómo prácticamente se derretía en el plato.

Y por supuesto el plato estrella de la casa, el arroz con pitu de caleya. Pedimos 2 raciones y nos vinieron con una fuente de arroz de tamaño industrial. Entre todos nos costó terminarlo, y eso que estaba de miedo y todos nos consideramos de muy buen diente :-). El arroz estaba en su punto de cocción perfecto, tirando a meloso, con el mérito añadido de que se mantuvo perfecto hasta el último momento en que terminamos de devorarlo. Porque eso es lo que hicimos tras probar el primer bocado de lo buenísimo que estaba.

A pesar de la fartura que llevábamos encima, todavía caímos en la tentación de los postres. Un arroz con leche sin requemar (sí, probablemente sea un pecador, pero a mí el requemado no me gusta) cremosísimo y con el toque justo de limón contrastando con el dulzor de la crema. Por si eso fuera poco todavía cayeron después unos frixuelos con chocolate también de chuparse los dedos. Estábamos a punto de reventar pero era imposible dejar ni gota de aquello en el plato.

Con un par de botellas de un buen Rioja, café y algún chupito, la cuenta salió por 37€ por cabeza, lo que nos parece muy buen precio para lo bien y súper abundante que comimos. Salimos rodando por la puerta muy satisfechos recordando la excelente comida que nos impidió meter nada en el estómago hasta el día siguiente de la fartura que llevabamos. Completamente merecida la fama que tiene el Molín, nuestros amigos menorquines que nos acompañaban nos van a obligar a volver en cada una de sus visitas por Asturias, ya estamos amenazados :-

viernes, 30 de agosto de 2013

Fin de les cróniques gaditanes por los pululantes

Tres de les mio vacaciones onde tranqué el blogue pa folgar y enantes de les mio cróniques portugueses, déxovos colos detallinos d'un par de chigres escucaos polos Pululantes en Cádiz. Que vos presten!!

Casa Juanito (Zahara)

Otro de los que tiene fama en la zona por el buen atún. No obstante la impresión fue muy lejana a la de El Campero.
De mano el local se ha extendido de forma que ocupa 3 esquinas de una plaza y a él acuden los turistas en masa.
Tras hora y media esperando por la mesa comimos un tataki de atún que apenas tenía sabor. Después probamos el tarantelo y el mormo, otras dos piezas de atún que quizá sean menos "nobles" que la ventresca y el morrillo, pero de todas formas nos pareció que no estaban bien cocinadas y pasaron por normales tirando a malas.
En fin, este no lo recomendaríamos, aunque quizás por la fama pueda merecer otra oportunidad.

Rincón andaluz (Barbate)

Otro estilo completamente diferente. Un lugar sencillo para comer en bañador y chanclas según sales de la playa, pero que nos dejó muy buen sabor de boca. Sin duda ayudó la botella de Tierra Blanca (vino blanco de Cádiz) por menos de 5€ (en la mayoría de restaurantes costaba entre 8 y 11€), pero también el buen sabor de lo que pedimos allí, raciones sencillas y sin ningún adorno pero todo bien rico. Gambas a la plancha excelentes y platos de atún bien cocinados a un precio sin competencia. Sales lleno por 10 € por cabeza.

Cumbres Mayores (Cádiz)

Está en Cádiz capital y fue el que más nos gustó para tapear con diferencia. Tienen una extensísima carta de tapas y montaditos por un precio entre 2 y 3 euros, todas las tapas son abundantes y a cual más rica y bien preparada. Nos encantaron los diablillos (dátiles recubiertos por bacon) y el secreto a la plancha. Además cada tapa la acompañan con pan, una bolsita de picos por persona, tomate de huerta aliñado con el mejor aceite de oliva y patatas cocidas o fritas, con lo que por 5 € sales casi cenado. Eso sí, el bar está bastante lleno y es difícil encontrar sitio en la barra, hay que estar al acecho.
Destacar también la profesionalidad de los camareros, que estaban siempre muy atentos a servirnos amablemente y lo más rápido posible, a pesar de estar el sitio a los topes. Repetimos varios días, allí nos sentíamos super agusto.
En la cercana plaza de Mina hay mucho ambientillo y terrazas para tomar algo después de cenar.

miércoles, 7 de agosto de 2013

La Candela (Cádiz) por los Pululantes



El último de la turné, probablemente el que más nos sorprendió. Es un pequeño restaurante en pleno centro, decorado en un estilo vintage desenfadado y lleno de detalles originales como una tetera japonesa.
El sitio llama la atención nada más verlo, pero lo más sorprendente es la comida, elaborada con mucha atención, muy rica y nada cara teniendo en cuenta la calidad de los productos, la originalidad de los platos (incluyendo la presentación) y el cuidado de la elaboración, todo ello digno de cualquier restaurante de autor. Todos los platos de la carta oscilan entre 8 y 10€, lo que que le da el título del restaurante con la mejor relación calidad/precio de los que hemos probado hasta ahora, probablemente. Nos gustó tanto que volvimos otra vez antes de terminar las vacas.

Os hacemos un resumen de los mejores platos:
- Carpaccio de presa. Delicioso, y mejor si pides un poco más de la vinagreta que lo acompaña. 4,5/5


 - Salmorejo. Muy suave y bien preparado. 4/5

- Tosta de ventresca de atún. La ventresca estaba algo más cocinada de lo que nos suele gustar, con lo que tenía un sabor distinto al de El Campero, pero quedaba muy bien con el pan de cebolla y los demás ingredientes. Tiene pimiento, como aviso para los que no les gusta :-). 4/5



- Bacalao a baja temperatura con guacamole. Venía originalmente presentado en una "hoja" de plátano. A mí particularmente no me gustó (1/5), no sabría decir porque. Enfrente le pusieron un 4/5.
- Brochetas de atún en tempura, originalmente presentadas en forma de piruleta. Fino crujiente por fuera. 4/5

 
- Pulpo asado. Pulpo bien hecho y una salsa tipo alioli para chuparse los dedos y rebañar el plato. 4/5

 

 
- Raviolis de pato con setas escabechadas. Una muy sorprendente combinación, rica pasta casera con un relleno de potente sabor. 4/5.



Sobre el vino, mencionar que uno de los días tomamos un tinto de la Tierra de Cádiz "Garum", riquísimo.

La cuenta con una media de 3 platos + botella de vino nunca superó los 40-45 € en total. En resumen, sitio absolutamente recomendado.







lunes, 29 de julio de 2013

El Campero (Barbate - Cádiz) por los Pululantes



Intentando escapar del feroz invierno de Mordor, elegimos las tierras del Sur para disfrutar una semana de vacaciones. Sol, playa, y por supuesto farturas que pasamos a relatar.

Lo primero que nos llamó la atención es que en Cádiz capital en la mayoría de bares, incluso en los restaurantes más "pijos",  tienen una carta especial (y muy variada) de tapas para comer en la barra. Son raciones más pequeñas que un plato principal o entrante pero de cantidad suficiente para cenar pidiendo 2 ó 3. Suelen estar a muy buen precio (unos 2,5€ cada una), con lo que siempre tienes la posibilidad de comer muy barato si vas en ese plan. Lo más curioso es que muchas de esas tapas de barra no te las sirven si estás sentado en la mesa o en la terraza.

Hoy toca contar la comida en El Campero, que es el restaurante que más fama tiene en la zona por ser especialista en el atún de Almadraba. Siguiendo la costumbre local tiene una zona de barra para tapear y detrás un amplio comedor con mesas. El comedor está muy bien puesto, se nota que es un sitio de cierto nivel.
Lo primero que llama la atención en la carta es cómo tienen diferenciadas las distintas partes del atún y las preparan de manera diferente según su textura o sabor.  Como no podía ser de otra manera, hicimos un monográfico de atún rojo.
Como aperitivo (detalle de la casa) nos trajeron una crema de gazpacho. Nos gustó mucho, incluso a mí, que el tomate natural no es lo mío :-).
De entrante nos lanzamos a por el tartar de atún. El producto por supuesto era excelente, aunque como tartar los hemos comido mejores, algo le faltaba en la maceración o no eligieron bien los aditivos y no terminó de convencernos.


Pero después vino el verdadero "festival": yo me lancé a por la Ventresca, que resultó un exquisito y tiernísimo trozo de lomo rojo a la plancha vuelta y vuelta. Una delicia, aunque...me faltaba por probar el morrillo que pidieron enfrente. Es una parte del atún casi tan tierna como la ventresca pero algo más grasa, por lo que hay que hacerla un poco más. De mano tiene un sabor un poco más intenso que la ventresca, pero tras un par de bocados resulta sublime y totalmente delicioso, mejor incluso que la ventresca. Se nos hace la boca agua sólo de recordarlo :-D.


Nos encantaron también los detalles que tuvieron al ponernos sal Maldon para poder salar estos manjares a nuestro gusto y el dejarnos una botella de buen AOVEen la mesa toda la cena.

Todo ello bien regado con un blanco de la zona, el "Entrechuelos", un Chardonnay que entraba muy bien, nos salió por 89 €. El atún mereció cada € pagado aquí. Sitio totalmente recomendado.

martes, 23 de julio de 2013

Manía WineGin (Llión)



Finando el prestosu fin de selmana en Llión (que nun lu dixe, pero ensin sabelo cayimos en les fiestes grandes de la ciudá y nun veáis que maraballu) la cabera nuechi fuimos cenar a la terracina del Manía WineGin, chigre que ta ente l'húmedu y la plaza Mayor.

Bar de copes y cocteles pola nuechi tienen una carta interesante de picoteo y tampoco tábemos a la gueta de munchu más, asina qu'acertemos. Xintá plenamente informal a la que contribuyó el camareru, que comu lu pille'l dueñu dura menos que un carambelu a la puerta'l colexu.

Como vos dixe, a pesar del barullu de Llión (podéis imaxinavos), la terracina taba afayaiza y la temperatura ideal pa cenar fuera.

Dos cosines pa picar, brocheta de bonitu y gamba con alioli, prestosa col bonitu xugosín, bien fechu (igual un plizcu más de lo que me presta a mí). La salsa de alioli yera abondo sele y nun mataba los tastos. Prestosa combinación.

L'otru platu el típicu de cecina de Llión con quesu y aove, nada que cocinen ellos, pero con productos que sí qu'escueyen. La cecina perbona, el quesu un poco menos, anque llixeramente mantegosu pa mecese bien cola cecina y nun matar el tastu de la mesma. 

El show particular del camareru/a (guardaré na intimidá el xéneru por si acasu) ya entamó na eleición de los platos (esi non que nun me convez, esti cenelu yo ayeri y ta coyonudu...), pero col vinu ya l'armemos, tuvimos chateando un Bitácora 2012 (nun pidimos una botella) y, como tábemos en plan folixa, perllí pasaron más de los pedíos, pero dellos más. Siguió col "enantes del café" nel que pola so cuenta y riesgu tráxonos un par de mojitos, un par de Legendarios con zumu naranxa y finemos con otru par de coses. La hora la cuenta con "un mirai ver si ta bien" con sorna, nel que nun venía nin la metá de lo consumio y nun por escaecimientu, (25€ en total pa que vos faigáis una idega de centru, terraza y fiestes). Vamos que pasémoslo bien y cenemos estupendamente. Bon sitiu pal tapeo informal, anque duldo que vuelva costar lo mesmo.



jueves, 11 de julio de 2013

La Bienquerida (Llión)


Sí, ya sé que agora que vemos el sol (como Blade) nun nos alcordamos del xunu que pasemos de lluvia a morrer. Asina que, aprovechando la guardería infantil propuesta por los güelones pa que nos diéramos una escapadina, garremos el Puertu Payares y'n Llión que nos plantemos a facer turismu, xintar bien y beber meyor.

La Bienquerida ta nel cascu vieyu de Llión a dos pasos del Húmedu enfrente de una disco abondo conocida, faciendo esquina con dos cais peatonales. Chigre de día y copeteo de nuechi, tienen una terracina perbien puesta na cai más tranquila de les dos a les que da. Solín, calorín, bon vinu (Quinta Apolonia 2010), tratu profesional de la nuestra camarera (eso tan difícil de ser simpáticu ensin pasase de confiances y profesiona a la mesma vegada), la meyor de les compañíes, ¿qué más se pue pidir?, pues una bona xintá y, la verdá, cumplió, prestonos asgaya.


Tolo pidimos al centru la mesa. Entamemos con unos sushi de salmón, ricos, anque ya los tomara meyores estos taben bien fechos y prestaron munchu al aire llibre. La curiosidá de la salsa de soya llixeramente reapartía per riba del sushi (tamién te poníen el platín pa moyar más si queríes) y que los xinté a mano, porque veíame raru usando el cuchiellu y'l tenedor pa esto :-). 8 bonos trozos de ración pa entamar.



 Ensin priesa, pero ensin pausa, vamos, nel puntu xustu de tiempos, y mentantu apurábemos la botellina del hermanu pequeñu del Belondrade, llegó la sorpresa de la tarde, ¡que rico taba!. Carpachu de potru con escamines de fuá, pistachos y emulsión de AOVE con aceite pistachu. Buá! pero que rico!, nunca probare yo un carpachu tan bono. Esos toques que-y daba'l fuá y'l amestu d'aceites bonos, chaos nel platu en proporción adecuada para resaltar el tastu del carpachu y nun ocultalu, sorpresa perbona.



 La botellina de Quinta diba baxando, pero entovía y quedaba apurase col caberu platu, que tuvo perbonu. Un tataki d'atún colorao, con fideos chinos y crema d'ayu, al que y-poníen un platín de sal maldon a lláu por si queríes char un plizcu.


L'atún vuelta y vuelta pa da-y el doradin xusta per fuera y dexalu crudu per dientro. La cremina d'ayu un ali-oli persele, que facía bona compaña. Otru pltu pa esfrutar, bien rematáu con bon productu.
Unos caftinos con xelu y a esfrutar del día y'l sol.

De la cuentina fixeronse cargo los tiques restaurant, qu'esto de la crisis ye mui jodido, 60€ en total que me paecieron más que bien.

jueves, 4 de julio de 2013

Llagar Trabanco (Llavandera - Xixón)

Dempués de tiempu ensin quedar pa cenar colos amigotes, que meyor que facelo a lo grande, ¿qué grande?, ¡a lo burru!, vamos a fartase, n'un sitiu nel que d'eso se trata. Asina que pa Trabanco fuimos los 5 fartones que pudimos xuntanos.

Trabanco ye la sidrería montada,fai milenta d'años, po'l qu'agora ye'l numberu un de producción de sidre d'Asturies (al menos de les naturales, vamos dexar al Gaiteru a un lláu, nun vaya ser). Ye dicir, fuimos fartanos a casa Dios (dígolo por dos coses, una por Samuel Trabanco y dos, pela midía asturiana perconocida de tiempu-distancia. Llavandera tará nel conceyu de Xixón, pero sigue tando'n casa Dios perdío nel monti, tanto, que terminé decidiendome a poner el GPS del movil a furrular dempués de dar vuelta na típica casería con perru y horru onde finaba'l primer camín qu'escoyí). La sidrería ye un espaciu único en maera, un salón pergrande con munches meses, la barra n'un lláu y la chimenen nel otru, más afayaízu de lo que parez. Amestu ente Asturies y Euskadi (onde parez qu'echen el raigañu los Trabanco) con meses corrides de maera, dellos platos más típicos d'Euskadi y, eso sí, ensin "txotx" d'eso.

Al tema, 5 fartones dispuestos a asaltar la banca del colesterol,  l'ácidu úricu y los triglicéridos (esto últimu sobre too los otros 4, que veníen en taxi dende Xixón) qu'entamaron colo sele, la tortiella de bacalláu. Nun taba mal, ya les prebé meyores, pa que nos vamos engañar, tenía delles partes seques y les más prestoses, les más xugosines yeren menos. Eso sí, nun quedaron nin los restos qu'había una fame del copón.



A la par pedimos un par de tortos de máiz, un de güevu y xamón y otru de pisto con quesu azul. Ricu y bien executáu el del xamón y'l güevu, nin finu, nin gordu, esponxosín, taba ricu. L'otru un poco más raru nel amestu d'ingredientes, que pegaben meyor de lo que pue paecer, pero ye que'l tortu de maíz yos-quedó tostáu. Otru platu correutu, rico, pero ensin entusiasmar, agora, les reaciones de paisanu toes.


Dempués llegaron tres chuletones de vaca(¡eh, nun seais mal pensaos!, qu'equí ponen claramente vaca na carta, nun güe). Estos sí que taben bordaos anque hubo pa tolos gustos, que son colores. A unos gusto-yos más el primer d'ellos porque taba menos fechu, a mi pol fechu si ye verdá que me convenció, pero gustome más el segundu anque lu pasaren un plizcu más, porque dieron-y meyor el puntín de sal. El terceru ya foi por gula y, en cualisquier casu, taben toos sobresaliente, bon productu ensin munches complicaciones pa facelu, to hai que lo dicir.



De compaña sidre, Trabanco, claro (intenté pidir d'otra marca, pero nun sé que pasaba que nun había, jeje) de la que cayó la caxa (otra midía asturiana, de cantidá nesti casu y referente mínimu de consumu sidreru) como nun podía ser d'otra manera. A la semeya de baxo, falten-y dos de la barra ;-)


Los afortunados "entaxistaos" entovía tuvieron tiempu de llargase dellos chupitos y GT's mentantu el más seriu de toos, o sea yo, intentaba mantener una charra centrada, cultural, educada... acompañau d'un café, misión imposible, como podéis imaxinavos ;-).

La cuenta 25€ por cabeza que ye lo xusto pa lo xintao y bebío.