.jpg)


La mio falta d'activida vese compensada por el Pululante, a esti pasu voi tener que da-y les llaves del chiringu pa que lu lleves el y yo dedicame a postear de vegada'n vegada, ¿acaso nun ye eso lo que tou xefe quier? ¿folgar mentantu otru trabaya por el :-)?. Que vos preste como me presto a mi.
El Traslaburra es un restaurante que se abre tras un pequeño patio al fondo de la Plaza Trascorrales, en Oviedo. Los fines de semana, cuando asoma un poco el sol montan una terraza frente a la entrada y está siempre abarrotada de gente porque es un rincón muy agradable y protegido del viento. Para la terraza tienen una selección de tapas entre las que destacan unas Croquetas de Jamón que están sencillamente de muerte.
En cuanto al restaurante el comedor está bien decorado en un estilo moderno y acogedor. Las mesas no están demasiado juntas así que puedes comer sin ningún agobio. Hemos ido ya varias veces a este sitio porque siempre nos ha gustado mucho el trato y sobre todo la comida.
En esta ocasión pedimos como entrante un plato rebosante de originalidad: Chupa Chups de Pulpo (semeya un). Es una brocheta de pulpo que además viene rebozada. En el plato viene una salsa dulce que acompaña muy bien y hace que realmente te chupes los dedos. Además viene un vasito con salsa de soja, aunque en mi opinión la soja es un sabor demasiado fuerte y que mata al chupa-chups.
De segundo nos ofrecieron como pescado fuera de carta un Besugo al Horno así que a por él nos fuimos (semeya dos). Nos lo trajeron perfectamente hecho, nos lo desespinaron delante nuestro y ya nos presentaron los platos individuales. La verdad que el camarero se llevó un buen curro. Una lata para él ya que encima aquella noche éramos los únicos comensales en el restaurante. Parece que la crisis va haciendo mella y se nota que por semana ha descendido la cantidad de gente que cena fuera. El besugo estaba muy bien hecho, en su punto, además con un toque de sal que a mí me encanta. De acompañamiento venían unos langostinos, unas almejas y una ensaladita variada que se puede ver al fondo de la foto.
Para pasar mejor la comida pedimos un vino blanco de Alsacia (semeya 3) hecho con uva Reistling. En este restaurante podemos encontrar una buena carta de vinos, incluyendo vinos extranjeros así que es una buena ocasión para probar uno de ellos. El vino no nos gustó mucho ya que tenía un sabor un tanto amargo.
La cuenta fueron 90 euros para dos personas. Lo dicho, muy buena cena, muy atentos teniendo en cuenta que éramos los únicos clientes esa noches, y con ganas de repetir en más ocasiones.