jueves, 24 de enero de 2013

El Medio Lleno - El Mediu Enllenu (Xixon)

Tenia-y yo ganes a esti chigre-vinateria de viesques por dos coses, ta bien puestu y llevenlu los de la Tabla de Fano un restaurante que nun te falla y nel que se xinta estupendamente. El conceptu del "Mediu Enllenu" ye abondo distintu al del so hermanu de Fano; mas gastro-bar que llamen agora, perbien puestu, y afayaizu, con diferentes ambientes que fain qu'haiga una dixebra nun fisica, pero si mental ente la zona de xintar y el restu'l bar. Ta conseguio la cosa. Xinta relaxao con un amigu, ensin muncha fame, lo ideal pa ponese picar dalgo. Too pa compartir, entamemos con una tempura de verdures (esparragos trigueros, calabacinos y zanahories, esin nun me toi escaiciendo de na) y llangostinos. El par de vegaes que tuviera tomando vinos viles pasar a toles meses que taben xintando, asina que tenia que cayer por fuercia mayor.
Taba perfeuta, les verdures y los llangostinos nel so puntu de preparacion (tirando a crudu), la tempura perfeutamente fecha y una salsina de soya persele pa poner perriba si t'apetez. El pero ye'l numberu de llangostinos si fais la comparanza coles verdures. Taba bien bono. De segundu, tamien pa compartir, una hamburguesa de carnona roxa de perbona calida. Entruguente como la quies y cayo "pocu fecha" pa esfrutala meyor. Un poco verde, un quesu gratinadin, el pan un plizcu tostau y la carne bien preparao. Perbono. Na semeya solo ta la mio meta :-)

Agua per un llau de la mesa, un par de copes de Edra 2005 D.O Ribera del Gállego pa mi, un cafe con xelu y nun tengo nin idea del preciu, porque nun me dexaron pagar. Si tengo que dicir algo, pagues la calida de xuru, como na Tabla, pero nun falla.

miércoles, 2 de enero de 2013

La Güertona - La Huertona (La Granda - Ribeseya) por Pululante




 Cerca de Ribadesella se sitúa este restaurante que ha conseguido recientemente reconocimientos gastronómicos como un sol de la Guía Repsol. El restaurante ocupa una pequeña casa con vistas a la vega de Ribadesella. A la entrada tiene una pequeña terraza con 3 ó 4 mesas con una decoración rústica-chill out que avisa sobre las intenciones del restaurante en su cocina y que seguramente está en todo su esplendor en verano.

Animados por el sol que hacía a esas horas abrimos la botella de vino en la terraza y tomamos la primera copa. Elegimos un Tres Patas, un vino de garnacha y syrah de la denominación de Méntrida. Sin ser una maravilla, el vino estaba bastante decente. La terraza es un sitio verdaaderamente agradable, a pesar de que por detrás está la carretera y el ruido de algunos coches al pasar resta tranquilidad. Afortunadamente es una carretera con poco tráfico así que no llega a ser muy molesto. Nos encantó la originalidad de los detalles a la hora de la decoración del lugar, por ejemplo las mesas, que estaban hechas de objetos antiguos reciclados como pilones de lavar o vigas de madera rúsica.

A la entrada del local hay un pequeño recibidor y antes de acceder al comedor hay que pasar al lado de la parrilla donde el sugerente olor a brasas de encina te termina de abrir por completo el apetito. La zona de comedor está situada en lo que era antiguamente el patio de la casa, ahora cerrado con unos ventanales de cristal y con una agradable decoración rústica modernizada.

Vamos a la comida. Nada más pedir nos trajeron un pequeño aperitivo, una sardina con una deliciosa maceración (se notaba el gusto a macerado "casero"), acompañada de granada,queso y unos palitos de manzana que quizás era lo único que no combinaba demasiado bien. Un plato rico y muy original.
De entrante pedimos unos chips con pulpo y alioli. Se trataba de una ración de pulpo muy originalmente presentado, cada laminilla iba sobre una patata chip y acompañado de una fina salsa alioli. El pulpo estaba en su justo punto y el acompañamiento de las patatas chips realzaba su sabor. La salsa alioli no era muy fuerte y también combinaba perfectamente, lo que terminaba de completar el plato. Una sencilla combinación sorprendentemente presentada y con un excelente resultado en cuanto a sabor.

Por el otro lado de la mesa pidieron unas andaricas a la plancha que por lo que me dijeron estaban bastante bien, nada más que comentar aquí :-).


 






















Como segundo plato, seguramente influenciados por el olor a la parrilla de la entrada, pedimos una chuleta de ternera a la brasa de encina. Se trataba de un buen trozo de carne de excelente calidad, troceada y separada de su propio hueso. La carne estaba en su punto y con un sabor totalmente delicioso, realzado por la parrilla pero sin llegar a tener gusto a humo en ningún momento. Otro punto a favor era la cantidad justa de sal gorda aderezando el plato, acompañamiento imprescindible para paladares con adoración por la carne. Por si fuera poco, la chuleta se sirve con una bandeja anexa de patatas fritas caseras y otra de pimientos del piquillo caramelizados,sólo para estómagos con capacidad XXL. En resumen, una de las mejores carnes que he comido últimamente.



  
Obviamente, ya no pudimos con el postre. Disfrutamos del café en la terraza aunque en estos días cortos de invierno el sol ya se había ocultado detrás de la casa. No queda duda, hay que volver en verano :-). Finalmente la cuenta salió por unos 85€ (42,5 € por cabeza), un precio más que razonable viendo la calidad del producto y el cariño dedicado a su elaboración.