domingo, 25 de octubre de 2009

Akelarre (Donosti-Gipuzkoa) por Caleyeru










Hace unas semanas tuve que pasar unos días en Donosti por temas de
trabajo así que aproveché para organizar, junto a los compañeros con
los que allí estaba, una cena en uno de los mejores restaurantes de
España: el Akelarre de Pedro Subijana. El restaurante está cerca del
pueblo de Igueldo, a las afueras de Donosti. Su situación es
privilegiada, en lo más alto de un cerro al borde del mar. Dicen que
las vistas desde la enorme cristalera del comedor son espectaculares
pero sólo lo he podido comprobar en fotos porque nosotros nos
acercamos a la hora de cenar y, claro, no se veía nada por los
cristales. Habrá que volver a repetir la experiencia en un día con
buen sol :-)

Por diferentes motivos, terminamos haciendo la reserva ese mismo día a
las 16h. Mucha gente nos decía que sería imposible conseguir una mesa
en tan poco tiempo pero tuvimos suerte. Eso sí, la mesa en que nos
pusieron no me gustó especialmente. Mesa bien vestida, con un bonito
bonsai adornando el centro pero... yo diría que no era suficientemente
amplia para los que éramos, y eso que tuvieron que retirar un cubierto
porque finalmente habíamos hecho reserva para ocho y éramos siete. Por
otro lado, la mesa estaba bastante cerca de un murete y los camareros,
por tanto, no podían pasar por detrás de todos nosotros para
servirnos. El servicio fue correcto y atento.

En la carta, dos menús degustación: Aranori y Bekarki. También existía
la posibilidad de pedir a la carta, aunque todos nos decantamos por un
menú y, además, todos coincidimos en que nos gustaba más el Aranori.
Curiosa coincidencia.

- En primer lugar nos traen unos entremeses que, sin más, me
parecieron ricos. Lo más resaltable fue la ostra envuelta (en nosequé
con tacto y apariencia de hielo). Tenía que meterse entera en la boca
y se deshacía inmediatamente, con un intensísimo sabor a mar. Las
instrucciones sobre cómo comerse los platos comenzaron aquí y
continuaron durante toda la comida, siendo nuestro camarero
especialmente paciente con las peticiones para repetir dichas
instrucciones y la composición de los platos.

- Xangurro frío y caliente en ensalada con su coral: una buena
ensalada cuyo sabor no me impactó especialmente. El xangurro se
presentaba en dos texturas: la pinza por un lado y, por otro, "fideos"
realizados con la carne. En el plato también había pequeños juegos
para engañar a los sentidos, como una seta que se parecía en todo a
una seta pero que, en realidad, estaba hecha con azúcar :-) Un
pequeño pero: no te avisaban de que el trozo de xangurro que te
presentaban era la pinza pelada, que conservaba la parte interior del
esqueleto, por lo que algún despistado se la comerá entera y se
llevará una sorpresa. Un plato muy ligero para empezar.

- Gambas con vainas al fuego de orujo: es en realidad una mezcla de
receta y espectáculo: usando una mesa auxiliar flambean con orujo las
gambas peladas, conservando cabeza y cola, junto con judías verdes
crudas, encima de piedra pómez y en cazuelas de barro negras. Todo el
proceso resulta realmente llamativo. Presentan en el plato judías y
gambas con salsa de judías y polvo de cáscara de gamba. Se tarda mucho
más en contarlo que en comer el plato :-)

Hasta aquí el menú no me pareció nada del otro mundo. Sí muy
espectacular y bien presentado. Desde luego no es lo que comes todos
los días pero... nada del otro mundo. Sin embargo, apretan el
acelerador y a partir de ahora empiezan las grandes emociones...

- Setas con "pasta al huevo": un plato de exquisitas setas muy bien
cocinadas a la plancha y por separado -para que no se mezclen los
sabores, como dijo el camarero. Su sabor fuerte a buen producto
contrastaba con el sabor suave del huevo, cocinado en forma de tubo y
con la yema separada de la clara. No me preguntéis cómo lo cocinan,
pero les sale una especie de espagueti grueso con textura pelín
gelatinosa. Los colores del huevo (un blanco y un amarillo perfectos)
contrastaban perfectamente con el color de las setas (marrones,
grises, negras). El primer plato que, realmente, me impacta por su
gran sabor.

- Atún con hilos de cebolla y pimiento asado: el atún estaba
delicioso, muy muy muy rico, hecho un punto menos de lo que suele
hacerse en la mayoría de sitios. Combinaba muy bien con los hilos de
cebolla confitada y la salsa de pimiento y guindilla y nosequémás
cosas muy ricas. Buenísimo.

- Cochinillo asado con "bolao" de tomate y emulsión de ibérico: os lo
resumiré muy brevemente - éste es aquel cochinillo al que todos los
cochinillos quiere parecerse. Perfectamente cocinado. Muy jugoso por
dentro, la piel perfectamente crujiente. Combinando muy bien con el
tomate y la emulsión de ibérico. Excelso.

Suspiro de gusto y empiezan a entrarme ganas de llorar de emoción.

- Leche y uva, queso y vino en evolución paralela: empezamos con los
postres y, en este plato, la cocina nos da un respiro. Retomamos
fuerzas con un juego de sabores y colores protagonizado por derivados
de leche y uvas. El plato, visualmente muy atractivo, propone ir
probando diferentes combinaciones de derivados de leche y uva, con
sabores cada vez más intensos. Por ejemplo: polvo de requesón con uvas
o helado de queso gorgonzola con barquillo de chocolate y salsa al
coñac.

- Otra tarta de manzana: el último postre es sublime. Una tarta de
manzana cubierta por un "papel" hecho con manzana y cacao. En palabras
de una de las comensales, bastante reticente a este tipo de
restaurantes: "es, posiblemente, la mejor tarta de manzana que he
probado en mi vida".

No quisimos pedir cafés para conservar más tiempo el sabor de la tarta
:-) pero nos trajeron unos bombones de la casa a los que algunos no
pudimos resistirnos: exquisitos. En este momento yo ya estaba rendido
y desarmado ante una de las mejores comidas de mi vida.

Los comensales no eran muy amigos del vino por lo que sólo nos
acompañó una botella de imperial reserva de 2001. La carta de vinos
era extensa, con precios bastante elevados.
Espero haber sido capaz de expresar que, al menos en mi opinión, el
menú va claramente "in crescendo", cada plato es mejor que el
anterior. Acabas rindiéndote a la evidencia de que no será fácil que
se repita la experiencia que estás disfrutando. Lógicamente, no tiene
un precio que todo el mundo esté dispuesto a pagar, claro: 135 euros
por el menú y 42 euros la botella de vino. Pero yo volvería ya mismo.
Ojalá me pudiera permitir darme estos lujos con más frecuencia ;-)

jueves, 15 de octubre de 2009

La Solana (Mareo de Riba-Xixon)







Dempues de guetar una fecha, por fin pudimos dir a celebrar l'aniversariu. decidimosnos pola Solana, magar que nun teniemos mas referencie qu'un post en "Los Diletantes" de fai un par d'añinos (y nun lu ponien mal, pero tampoco bien) y la paxina güeb del chigre, bien mala, que tampoco daba idegues. De toos moos como yera de los pocos n'Asturies d'esti tipu que nos quedaba por prebar y taba cerca, pa elli que fuimos y, mira, encantaos que quedemos, nun nos arrepentimos pa na,taba too pa rellambese.
La Solana ta n'una casona d'indianos cerquina de les instalaciones d'entrenu del Xixon, un sitiu perguapu con un aire clasicu, tanto na decoracion, como'n tolos elementos interiores (baños, puertes, suelos...) que paecen llevate al sieglu pasau.
Atencion profesional y eficiente, entamaron a traenos el detalle de la casa (semeya un) un gazpachu de remolacha con anchoa enriba d'una mouse d'afuega'l pitu. Namas prebalo sabiemos que'l sitiu diba dar bona nota, frescu, con un bon amestu de tastios ente los tres elementos. Perbien escoyiu pa esta seronda que tenemos esti añu, abondo caldia, amas d'una nuechi con un plizcu de vientu de castañes.
La curiosida dicen que mato al gatu, pero la nuesa col primer platu ayudonos a entamar cola fartura. Pidimos una par de copes de berberechos con güeves de trucha, mouse d'un pexe llamau maruca y mas güeves de trucha al fondu (semeya 2)...d'escandalu. Berberechos tremendamente ricos con un tastu a mar impresionante y gran amestu, otra vegada mas, coles güeves y la maruca. Ya tabemos encantaos cuando vino'l segundu entrante, emplatau pa ca un de nos (semeya 3), una ensaladina de rebozuelos con xamon de coriu y "verde". Rica, claramente preparada pa resaltar el tastu de los rebozuelos, abundantes y mui ricos.
De segundu decidime pol gochin con piña (semeya 5) y pel otru llau de la mesa una sorprendente suxerencia n'ochobre, ventrisca de bonitu fresquina (semeya 4). Los dos platos abundantes, bonos trozos, bona calida de productu. Equi nun se complicaron la tiesta cola preparacion, cenciella, clasica (la piña'l mio yera testimonial, pero daba-y un toque de frescura al platu) que mos permitio esfrutar de los tastios de los bichos ensin denguna mazcara.
De compaña tuvo rondando perlli, anque pocu tiempu porque casi nun nos dio pa tola cena, un Numanthia 2005 que, pa siguir coles mio notes de preba de vinos totalmente descriptives, dire que nun taba bono, taba perbono :-).
Ah!! esta vegada dimos-y al postre, y mas coses. El postre nun yera pa mui llambiones, escoyimos un postre d'ablanes y mas ablanes, ye dicir, ablanes en xelau, en bizcochu, tostaes..., a mi gustome. Ya puestos a facer gastu prebe un oporto de postre L.B.V, quedeme coles lletres pa la vuesa informacion porque yo nun soi capaz d'entender el trasiegu de lletres y denominaciones que se traen los portuguesos con estos vinos, al casu, que tamien taba bono, como'l Numathia :-). Unos cafes, un chupitin d'oruxu de miel (chupitin non, tanque con una piedra de xelu). Amas d'esplicanos a la salida, ensin entrugar nosotros y de la que marchabemos, el porque de la ventrisca y'l porque tamien entamaben tardi a traela (creo que los mios güeyos y la sorisa de felicida alcoholica dieron-yos confianza). El casu ye que nos presto pola vida a un preciu de 68€ per capita. El proximu post, en Bruseles, bones nuechis!!!

miércoles, 7 de octubre de 2009

Preba de PXs nel Vinoteo (Uvieu) por Pululante









No me cansaré de recomendaros el Vinoteo en Oviedo. Juanjo, el dueño, siempre encuentra propuestas sorprendentes. En esta ocasión era una cata de vinos Pedro Ximenez. Para ello contó con la presencia de Pepe Zarzana, de la familia propietaria de una de las bodegas más prestigiosas de la zona: Ximenez-Spinola, aunque he de reconocer que a mí no me sonaba el nombre.

La cata consistió en la presentación de la bodega, una explicacón de como elaboran su vino y una demostración de destilado en directo. Mientras degustabamos el delicioso PX Juanjo nos sirvió la cena. Despues de cenar tuvimos el privilegio de probar el exclusivo (a la par que carísimo) brandy que elaboran en sus bodegas. Todo ello salpicado de innumerables y divertidas anécdotas, os cuento aquellas cosas que me llamaron la atención y las recuerdo por su curiosidad, sin ningún orden particular.


La bodega
En Ximenez-Spinola sólo hacen unas 7000 botellas anuales de su PX.
El precio de cada botella son unos 45€.
Son proveedores entre otros de la Reina de Inglaterra, el Rey de España e ¡incluso el Vaticano! (no son tontos estos curas...).
En Oviedo las venden en Latas y Botellas, cuyo dueño también colaboró en la cata. Al ser un vino de muy alta calidad está muy demandado y cada cliente tiene un cupo asignado. Por ejemplo, el cupo para Latas y Botellas es de 216 botellas al año.

¿Quién era Pedro Ximenez?
El vino de Xerez se empezó a utilizar en el siglo XV para los ejércitos. La idea surgió cuando observaron que el vino normal se avinagraba por completo cuando pasaban unos meses. Entonces pensaron en crear un vino con un grado alcohólico superior para que durase más tiempo, con la idea de que aguantase sin avinagrarse las largas travesías en barco a través del Atlántico.
En esa época hubo una plaga de filoxera (un parásito de la vid) que arrasó en pocos años toda Europa. Cuando la plaga llegó a Xerez, repoblaron las vides con un injerto de una variedad de uva blanca alemana, se supone que de tipo Riesling, con la que se elaboró desde entonces el PX.
El señor que trajo estos injertos era un soldado de Carlos I que se llamaba Peter Siemens. Si probáis a pronunciar en perfecto andaluz Peter Siemens llegaréis pronto a convertir Siemens en Ximenez y Peter en Pedro... sí, ese es el origen del nombre de la uva. Estos andaluces son unos cachondos. :-D En la foto de la caja podéis ver todavía el nombre de Peter Siemens.

Elaboración
Después de la vendimia se deja secar la uva al sol unos 15 días para pasificarla (convertirla en pasa). Cada media hora hay que darle la vuelta a todos y cada uno de los racimos ¡a mano! para que no se pudran por debajo.
Tras el secado, de cada tonelada quedan unos 300 kilos de uva. La función de este proceso es aumentar el nivel de azúcar para que genere más alcohol y de paso darle el sabor dulce característico de este tipo de vino.
Para no depender de añadas tienen el proceso de soleras, consiste en mezclar los vinos de distintos años e ir colocandolo en barricas de roble, donde el caldo termina de coger el color oscuro que le caracteriza. En las barricas más altas se colocan los vinos más jóvenes, mientras que en las que están más cerca del suelo (la solera) se encuentra el vino más antiguo.

Probando el P.X.
Mientras nos contaba todo esto empezamos el momento más esperado: la prueba del vino. Como soy muy llambión, los Pedro Ximenez que había probado hasta la fecha me habian gustado bastante, y éste no iba a ser menos.
Se notaba que era menos denso que otros PX que había probado, con un color más transparente y a la vez más fino. Desde luego estaba riquísimo. Al ser tan dulce cuando llevas 3 ó 4 copas empieza a empalagar y ya no apetece tomar más, pero hay que tener en cuenta que es un vino que se toma en pequeñas dosis, por ejemplo para acompañar el postre.
Sinceramente, aún a riesgo de parecer un "iznorante" y sin dejar de reconocer la calidad del vino que probamos, su finísima textura y el mimo de su elaboración, tengo que decir que yo no pagaría la diferencia de precio entre un PX "normal" (unos 10€) y éste. El "normal" ya me proporciona una gran satisfacción y mi paladar no está tan desarrollado (y mi bolsillo tampoco) :-)

La cena
Como es norma en el Vinoteo, la cata estuvo acompañada de una estupenda cena, lo cual también ayuda a que no salgamos a gatas de allí después de tanto alcohol :-)

En esta ocasión estuvimos picoteando unas riquísimas tortillas de camarón, típicas del sur, hechas como si fueran tortos pero con masa como de buñuelo. Me puse morado.
Cuando llegó la cena empezamos con una ensalada que entre otras cosas tenía lichis y langostinos, por supuesto aderezada con una reducción de PX.
Como plato principal Juanjo nos trajo con un muslo de pato con salsa que estaba también de muerte. Finalmente el postre era helado de turrón de Verdú y una tortita de anís que combinaba muy bien con el PX que volvió a hacer acto de presencia en la mesa.


Para acabar... el brandy
Para mantener alta la calidad en Ximenez-Spinola descartan mucho vino, asi que a lo largo del siglo pasado decidieron empezar a destilarlo para producir brandy. Dado que el producto origen es buenísimo, el brandy también había de serlo.

Allí mismo nos hizo una demostración con un mini alambique traído expresamente para la ocasión. Había que ver la cara de Juanjo cuando Pepe echó una de las exclusivas botellas de PX en la cubeta del alambique.
El proceso de destilación llevó un buen rato hasta que finalmente por el otro extremo empezó a salir el alcohol casi puro (¡80º!). Tuve la ocasión de probar un poco y era mucho más fuerte que el orujo, además conservando el aroma del PX.

Tras el destilado, se mezcla el alcohol resultante con agua destilada y en Ximenez-Spinola lo meten en barricas donde previamente se ha criado el vino PX. Esto le da el toque oscuro final.
Después de 25 años tenemos el brandy que véis en la foto. Hacen unas 3000 botellas al año y las venden a unos 70€.
A mí no me gusta particularmente el brandy, pero tengo que reconocer que este brandy era muy muy suave.

Como decían los dibujos de la Warner ¡Esto es todo amigos!
Todo lo bueno tiene un final. Después de disfrutar de una amena charla conociendo el PX, una buena cena y sobre todo desgustar dos excelentes productos me fuí para casa más que satisfecho.
¿El precio? 35€ aunque para un evento de este tipo el precio no tiene mucha importancia ya que la oportunidad es única y se disfruta.

En la web del Vinoteo tenéis más fotos de la velada.

jueves, 1 de octubre de 2009

Casa Mon's (Cerdeñu-Uvieu)





Casa Mon's ye un restaurante d'Uvieu que lleva mil años furrulando, pero que nun conocia. Nun lu conocia porque nun ta, precisamente, n'un sitiu afayaizu, ya que ta'n Cerdeñu, casi'n meta del poligonu y como nun trabayo elli, pues como que nun llama dir a xintar. Tampoco ye facil dir a un sitiu nel que los guah.es nun tienen onde esparder y amas fumase dientro. Asina que tienen que dase tolos condicionantes pa arimase perlli y'n San Mateo dieronse. Y direis, ¿con esa pinta tan poco afayaiza, pa que fuisteis?. Pues fuimos porque teniemos ganes de xintar como paisanos, comida tradicional, cenciella, ensin complicaciones mentales, con raciones abundantes y delles sorpreses. La cuestion, que ye un chigre recomendable y hai que dicir que dientro ye munchu mas afayaizu de lo que paez per fuera. Pa gustos hai colores y yo nun pondria eses llampares que vi, pero ta puestu'n lladrillu vistu y piedrina, les meses tan mas alloñaes de lo que esperes y tien mas sitiu del que paez. Tamien hai que dicir que fumar podra fumase, pero que nun dia nel que nun habia xente trabayando n'Uvieu, los que tabemos dientro nun fumabemos dengunu, asina que'l aire taba perfeutu.
Hasta equi llevonos la fama de les fabes con tropiezos y la fabada, y vamos y nun prebemos denguna de les dos coses. Val, val, nun me digais na, ya lo se, ye que taba abondo caldiu'l dia y nun m'entraben les fabes. Salva qu'en esta casa, lleva por inmigrantes de Bual, tienen otres cosines que tan de muerte. Entamamos con una sorpresina, llamonos l'atencion na carta y resulto ser una de les especialidaes del sitiu, carpachu de pulpu con pimenton y un plizcu d'aceite (semeya un). Mui rico, testura perfeuta, nin duru, nin persele, cortau finin, finin, con una mini-ensalada nel centru pa facer compaña. Mui prestosu.
De segundos, ya que nun me tire poles fabes, tireme pol cabritu a la bualesa. ¿Que que ye eso de la bualesa?, pues na, tan cenciellu como cabritu guisau con unos pataquinos y unes setines bien prestoses. Tienru, sele, desfaciese na boca, prestome pola vida (semeya 2).
Pel otru llau de la mesa llego un bacallau mui ricu, con pataquines cocies, unes gambes y un sustu inicial. Si, sustu porque enantes de prebalu vimos per riba del pexe una capa de salsa que paecia fecha con nata, pero non, yera una capina de salsa de pataca. El casu, ye que taba nel so puntu de testura y tastu. Prestosu.
Un avisu a navegantes, nosotros nun xintamos soso, precisamente, y'l sitiu taba pa nos, asina qu'aquellos con tendencies hipertensives, meyor nun vayan ;-).
Como siempre, nun llegamos a los postres (lo siento llambiones) anque cantaron unos cuantos caseros, tomamos dos cafes con xelu y fiximos la compaña de la xinta con Fuensanta y una botellina de Muga crianza 2004. La carta de vinos, digolo polos mas aficionaos, ye sota, caballu y rei, nacional y con poques sorpreses, magar qu'a mi valme.
Total de la cuenta, 33,33€/persona, una RCP perguapa, amas qu'a nos salnos gratis...paguen, por si interesa a otros, los de la semeya d'abaxu.

Bones nuechis!!