lunes, 18 de enero de 2010

Le Ciel (Paris-Francia) por Pululanta




Cuando reservé mesa en este restaurante situado en el piso 56 de la torre Montparnasse, la más alta de Paris, estaba segura de que iba a sorprender al churri con una cena en la que íbamos a disfrutar de las mejores vistas nocturnas de la ciudad, pero lo que no tenia tan claro era cómo íbamos a comer.
El resultado final fue que me lleve una grata sorpresa en cuanto a lo agusto que nos sentimos en todo momento, en un ambiente de luz tenue super agradable, y con un servicio amabilísimo, pendientes de nosotros en todo momento pero sin agobiar y siempre con una sonrisa en la boca. Por decir algo negativo, la decoración tipo “ochentera” deslucía un poco el resultado global, sin llegar a estropearlo del todo. Disponen de un menú a un precio bastante razonable para ser Paris que no tenía mala pinta, pero nosotros finalmente nos decidimos por la carta, no muy extensa pero sí bastante variada.
Comenzamos por “la salade de homard aux herbes folles et dentelle d’haricots verts en vinaigrette truffée”, es decir, una ensalada de carne de cangrejo desmigada con una salsilla vinagreta con algo de gusto a trufa. La parte a base de cangrejo no estaba mal, pero quizás algo insípida para lo rimbombante del nombre. La salsa con el toque a trufa quedaba un poco rara y no me emocionó mucho.
A mi lado se decidieron por el “Canard sauvage aux épices et foie gras en boule de pain dans son nid d’herbes”. Se trataba de un muy original plato hecho a base de carne de pato “salvaje” desmigada y setas del tipo trompeta de la muerte, de esas negras y pequeñas. Venía aderezado con una salsa de foie gras un poco fuerte para mi gusto. La gracia del plato es que la carne viene dentro de un bollito de pan, como si fuera el relleno del bollo, y con la salsa aparte. A él le gustó bastante, el bollo tenia una masa muy fina y el gusto le recordaba un poco al de la masa de la empanada.
Yo me lancé a por el bacalao (Croustillant de cabillaud au pesto rosso, pâtes à l’encre de seiche et billes de légumes). El plato consistía en un buen lomo de pescado envuelto en muchos minifilamentos de pasta muy fina, como los fideos chinos, y todo ello al horno. Muy bueno y super original. El bacalao estaba perfecto de sabor, textura y punto de cocción. El plato se acompañaba de unos tallarines negros por la salsa de tinta de sepia que no estaban mal pero no alcanzaban en sabor al lomo de bacalao. Venía con una especie de mousse (en el vasito) que no tengo ni idea de lo que era, pero sin duda fue lo que mas me gustó del plato, ¡qué bueno!
Como esta vez dejamos algo de hueco para el postre, aunque fuese para compartir, estuvimos de acuerdo en tirarnos al chocolate: Le moelleux Tiède au Chocolat «Guanaja» et crème glacée à la vanille gousse. Aunque no dejaba de ser el típico bizcocho de chocolate relleno de chocolate fundido caliente, estaba de muerte, completamente delicioso. Venia con una bola de helado de vainilla que seguro que estaba bueno, pero no le hicimos mucho caso ya a estas alturas de la cena.
Lo mas difícil de elegir en Francia cuando vas a comer a sitios de este tipo es el vino, en las cartas suelen tener una enorme cantidad de vinos franceses separados por D.O. y así “a ciegas” para unos profanos en vinos extranjeros como nosotros es muy difícil decidirse. Elegimos por fin un Bordeaux basados en nuestra excelente experiencia previa la noche anterior en Burdeos catando los vinos de la región: Château Du Barry, un Saint-Émilion Grand Cru 2007. Supongo que nos decantamos por éste en concreto porque la añada nos cuadraba más o menos con nuestros gustos y el nombre nos sonaba bien. Al final resultó estar bastante bueno, con sabor a madera y un toque un pelín fuerte al final, pero tengo que decir que los vinos franceses no me convencen nada. Durante todo el viaje probamos todo tipo de vinos: de la Borgoña, de Alsacia, del Loira, etc. y ninguno se mereció comprar una botella y traerla casa. Quizás tengamos el paladar acostumbrado a nuestros caldos, pero como digo, aunque algún Burdeos nos gusto bastante, ningún vino de los que probamos estaba a la altura de un Ribera, Somontano o cualquier otro de calidad media español en cuanto a variedad e intensidad de gustos. Por no hablar del precio, completamente desproporcionado con el sabor (de la calidad no digo nada, seguramente serán buenísimos), pero de sabor ná de ná. En todas las cartas que vimos las botellas más baratas empezaban por los 30-35 euros y la verdad, se te queda un gustillo desagradable cuando pides un vino al triple de precio de un Ribera de los buenos y luego ni fu ni fa…
En global, la velada resultó única y maravillosa, no tanto por la comida (que finalmente estuvo bastante mejor de lo que me esperaba), sino por el conjunto de un ambiente tranquilo, un servicio agradabilísimo y lo más importante que no hay que olvidar: el inmenso ventanal hacia el que miran todas las mesas… cenar con tu pareja con la Torre Eiffel y la ciudad entera iluminada por miles de luces a vuestros pies hacen de la cena una experiencia inolvidable. Es imperdonable pasar por Paris sin disfrutar de esta experiencia única que sin duda deja a la comida en un segundo plano.

13 comentarios:

Fartones dijo...

La comida nun tien mala pinta, pero claro, ehi riba too tien que tastiar meyor, verda?.
De los vinos gabachos nun opino, toi como vosotros.

huanho dijo...

Ay Paris, la ville de l'amour. Hoy en día con el euro, ye menos caro, pero en la capital todavía se pasan dos pueblos, y eso que para animar la economía han bajado el Iva de la restauración. Lo primero que nos desconcierta es que tienen otra categorización, no existe joven, crianza, reserva como guía. Y si, el vino (alcohol en general) es bastante caro. En España es posible disfrutar de u muy buen vino a un precio muuucho mas bajo.

Como anecdota. En Junio estuve por ahllí y en el 20º comimos en la terraza de un bistrot y pedimos vino de la casa, un St Nicolas, botella con buena presencia, que competía con dignidad junto con nuestro entrañable Aloyon, pero por precio y calidad, no pasamos de la única copa que nos ofrecían con el menú.

Fartones dijo...

Ye que nel to pueblu siempre fueron un plizcu raros y caros Huanho, que quies, asina mos salisti tu h.e, h.e :-).
Ah!! magnificu Aloyon, bon sucesor del increible Mangas!

Zuhur dijo...

Vamos, que París bien merecía esa "mesa"¿no?;-)

Lástima de parisinos (clase media y alta) con su irritante, estirada y petulante grandeur.

Muchas felicidades por tan estupendo viaje con apoteosis final incluida.

Tiene que ser memorable la toma de la commande por el amabilísimo maître, repitiendo cada plato con su hociquito estirado y su gangoso acento nasal; que digo memorable ¡sublime!

De vinos mejor si hago mutis por el foro ya que, al menos, reconozco que sé que no sé.

Enhorabuena, Dª Pululanta, excelente entrada.

Fartones dijo...

Don Zuhur!!
h.a h.a Tea cuidado colos comentarios gabachos, el mio gran amigo Huanho, cuando va'l pueblu va a Paris h.e, h.e. Tomelo como una broma, Don Huanho tara riindose del so bilordiu :-), de xuru.

Zuhur dijo...

La verdad es que la clase media/alta parisina, que no el resto de los franceses, siempre me ha parecido que se da más importancia que un ratón encima de un queso.

Me siento mucho mejor entre las gentes de las antiguas Aquitania y Occitania y en ésto, no hay duda que sale ganando y mucho, Paris.

Creo que sólamente a una extraordinaria sabiduría y justicia, como la divina, se le podría ocurrir una compensación tan delicadamente equilibrada como la de Paris: la ciudad más hermosa del mundo poblada por parisinos. Ça va bien?

Fartones dijo...

Va perfeutu Don Zuhur!!!!! :-)

Pululanta dijo...

Cuando se hace viaje asi, el truco para disfrutarlo a fondo consiste en no mirar los numeritos que acompañan a los platos ;-)
Como bien decis todos, Paris es probablemente la ciudad mas cara que he visitado, desproporcion que se exagera mas todavía en la Restauracion y el vino (de hecho en este viaje batimos varios "records" personales en este concepto), pero por supuesto volveria mil veces... Paris y el conjunto de sensaciones que te acompañan cuando la visitas bien lo vale!

Fartones dijo...

Si, reconzocolo, nunca tuve'n Paris, ya lo se, nun teo perdon, que ye lo que me diz la mio muyer tamien. En fin, lo que ye dificil de creer ye que seya mas caro que Londres, qu'a mi, partuclarmente paeciome caro, caro!! :-)

Pululanta dijo...

A mí también me sorprendió concretamente eso. Recientemente estuvimos por Londres y ya nos parecio caro , pero en Paris literalmente flipamos con algunos precios. Por ejemplo, llegamos a pagar 24 € cada uno por UNA copa de champan durante la cena de Nochevieja (este es uno de los records, asumiendo que era una cena especial), pero el mínimo que hay que pagar en un sitio "normal" son 14-16 €/copa.
Hombre,también la bajada de la Libra con respecto al Euro ha influído bastante en que Londres sea ahora mas asequible, antes sería otra cosa.

Fartones dijo...

Pues si que ye caro, Dubklin tamien, pero nun llega aesos niveles. Lo mas que lleguemos a pagar por un par de vinos creo que fueron 12€ por un vasu riesling en Luxemburgo, eso si, en plena nuechivieya. Pillonos por sorpresa porque tabemos pgando menos n'otros sitios y n'esti nin miremos el preciu, ye lo que tienen les dalgunes capitales d'Europa.

compangu dijo...

Lo que no me acabo de explicar es que con los precios que se gastan los franceses pal tema del vino (donde una mediocridad, según contais, llega a los 20-30 €), luego sea el país que más vino consume.
Pa mí que son tan puñeteros que se guardan los vinos buenos pa ellos, y a los de fuera nos dan la puxarraza.

Fartones,
gracias por interesarte por el maleolo más famoso de la blogosfera asturiana.

Fartones dijo...

Compangu
De na, nin, ye que vi que tabes malu perhi pero crei que yera un gripon d'esos. Al ller no de Tony que malu non, rotu, pues en fin, que vaya putada.
L'alcohol en xeneral ta abondo caro fuera d'España, nun se como lo fain los "indixenes". Pero, por exemplu la mio cabera esperiencia en Belxica la verda que los precios asusten y dempues el vinu de 22€ pues...puff equi nun dabes 6 por el.